sábado, 14 de mayo de 2011

“Maricadas que uno habla” EL CIUDADANO GAY

Por Paulina Monsalve

“Yo soy marica en lo político porque decidí nombrarme marica; yo no puedo ser un modelo de marica; yo soy el marica que construyó una familia, una sociedad una religión”.

Eran las 12 del medio día, el sol no era muy fuerte, esperábamos con ansias que nuestra clase iniciara y para ello era necesario que el profesor hiciera su entrada triunfal, esta vez era un poco difícil aplicarle la ley del cuarto pues teníamos un invitado bastante especial el cual todos y cada uno de nosotros quería conocer, un gran comunicador social y periodista de la Universidad De Antioquia.

Ya eran las 12:15 del medio día y nuestro profesor Cesar álzate por fin llegó; Luego de unas intervenciones y algunas recomendaciones, “El Ciudadano Gay” Manuel José Bermúdez Andrade, nuestro invitado entró. Yonatan quien era el entrevistador principal ya se encontraba un poco nervioso y todos estábamos listos por iniciar esta entrevista.

Manuel José Bermúdez es Comunicador Social Periodista de La Universidad De Antioquia, es reconocido como “El Ciudadano Gay”, activista de la comunidad LGBT. Sus palabras cotidianas hacen de esta entrevista algo más placentero pues lo que buscábamos era conocer su personalidad y aunque la primera pregunta que se hizo no tuvo una respuesta placentera para mi gusto, este invitado tan particular, con tanta seguridad, hablo y hablo de lo que él quería hablar.

La primera pregunta que Yonatan realizó fue ¿qué es ser marica? A la cual Manuel Respondió: Menos mal no es la misma pregunta que hace todo el mundo de manera estúpida, ¿Uno nace marica o se hace marica? A lo cual yo siempre respondo que uno posiblemente nace homosexual, pero le toca volverse marica para una sociedad como esta tan conservadora.

Yo creo que hay una cosa interesante, yo nunca me propuse ser un sabio un académico de la maricada. Yo pretendía desde el principio ser marica porque en mi cotidianidad yo era un marica yo no era un homosexual, yo vine a descubrir que era un homosexual cuando vine a estudiar a Freud, ese era el reconocimiento que tenía en mi entorno; mi familia –aunque por supuesto la familia no le dice a uno marica, se lo hace sentir- los compañeros llamándome perezosa, loca, maniquebrado, volteado. Todas esas palabras son las que lo hacen sentir a uno que lo están identificando, por eso soy marica no homosexual, aunque me toco por necesidad política nombrarme como el ciudadano gay, eso a veces incluso, es un Karma, porque eso ahora ya no es una moda y yo ya soy un viejito anticuado. ¿Yo no sé si te respondí? Pregunta Manuel con una seguridad tan arrolladora que mi compañero Yonatan al estar frente a él respondió ligeramente… “Sí, quedo muy bien”, pero ahora yo me pongo a analizar, y desde el momento tuve la oportunidad de hacerlo, analizar su respuesta; el habló de otras cosas, respondió esa pregunta a la que él dijo “menos mal no es la pregunta común que hace todo el mundo”, esa respuesta si se obtuvo pero la que nosotros esperábamos, la explicación de que es ser un marica no tuvo respuesta alguna. Ahora pienso... ¿Será que para mi compañero quedó completamente Clara o realmente Manuel José al tenerlo de frente producía tal punto de nerviosismo y tenía esa facilidad para hacernos sentir lo que él quería que sintiéramos y dijéramos? Y yo me doy una respuesta, este personaje con tanta experiencia sabe exactamente cómo manejarnos o por lo menos en determinados momentos, porque aunque yo estuve ahí debía esperar mi turno para preguntarle y cuándo llegaría mi turno su respuesta ya no tendría memoria en nosotros para saber si era a sí o no, mejor dicho ¡tiempo para la contrapregunta no tuve!

Después de que Yonatan afirmó que su respuesta estaba bien procedió con la siguiente pregunta.
Yonatan Rodríguez: Si se pretende identificar a la comunidad LGBT, dentro de la sociedad, es decir, el derecho a la diferencia; ¿por qué se lucha por unos derechos que ya están incluidos dentro de la constitución de 1991 y por unas protecciones que no se desean precisamente por ese querer ser indiferente?

Manuel José Bermúdez: Yo estuve en una institución de gamines “ciudad don Bosco” aprendí algo vital, “un niño pobre como lo que hay en la casa un niño gamín come lo que quiere ya sea porque lo compre, se lo robe o se lo regalen” eso marca un determinante en esa lucha, no es lo mismo que yo esté diciendo que no necesitamos derechos como homosexuales y que efectivamente no los necesitamos, a levantarme una mañana y ver que no tengo los mismo derechos de mi compañero, de mi vecino, de mi hermano. La posibilidad de demostrar que todos podíamos llegar a estar en un mismo nivel, no es tener derechos apropósito es decir que yo puedo transitar por la vida como cualquiera de mis compañeros.

Periodista: ¿En qué consiste el derecho a la diferencia?

Manuel José Bermúdez: A lo largo de estos años yo me he dado cuenta de una cosa, yo tengo una cartica comodín, yo te tolero, yo te aguanto, pero eso no lo es todo, al comienzo de la lucha buscábamos el respeto por la diferencia, pero nosotros pensamos muy bien y eso no era todo, lo que buscamos es que seamos indiferentes tanto ellos para nosotros, como nosotros para ellos.
Se levantan heterosexuales en todo lo que hacen para demostrar que lo son, pero eso no lo notan ustedes, se nota cuando ven un homosexual, yo llego a una empresa a trabajar como periodista y de una quiero medir el terreno a mas tardar a la media hora de estar trabajando me entra una llamada de uno de mis maridos, para que sepan que me llamo un man, si nadie hace cara de horror, entonces, cuento, ¡ahh me llamo uno de mis maridos!, como quien dice; si ustedes quieren trabajar con este periodista, si le gusta el perfil profesional de este periodista tiene que asumir que es un marica sino miren como resolver su problema, porque yo ya resolví el mío, yo ya tengo por obligación que trabajar con ustedes heterosexuales, me invitan a fiestas heterosexuales, que quieren que baile con una mujer. Bailar con una mujer heterosexual yo marica es muy complicado, pues lo que hay de por medio en el baile es eroticidad(sic), es decir, a mi me enseñaron macho a bailar con quien quiero seducir por eso se baila apretado, si yo no le puedo hacer eso a una mujer entonces es como bailar como la abuelita.

Uno va midiendo calibres, y algo que he aprendido es a respetar a esas personas que quieren dejar en silencio su sexualidad; es como los heterosexuales que llegan gritando con cuantas mujeres se acostaron anoche y algunos otros que no dicen nada.

Periodista: Ahora me pareció escucharle que mencionó que el hombre que lo acompaña es uno de sus maridos ¿Cómo es eso?

M.J.B Primero debo aclarar que no es un modelo de relación para nosotros.
Yo me case con mi pareja hace 11 años pero en una circunstancia de la vida apareció una tercera persona, nosotros teníamos reglas internas en el matrimonio, para nosotros el sexo no es un problema pero la afectividad si, y pues si te comes a alguien no contes pero si te enamoras contá para yo ponerme las pilas, estoy corriendo peligro, entonces él me avisa, yo macho marica pero macho, se hacen unos pasos lo primero es putiar (SIC) al otro para doblegarlo, si eso no funciona trato de convencerlo de que yo soy la mejor carta, pero la tercera opción era pensarme como líder político y me lo dijo un amigo “si vos sos sos tan libre pensador porque, estas mirando la relación de pareja como un macho tradicional, y yo me fui para la casa y me dije sí tiene la razón; entonces le acepte que tuviera el novio, después lo conocí y me fue gustando y conformamos una trideja, compartimos gastos, cama gustos las características normales de una pareja natural, somos muy estables llevamos tres años como trideja.

No es fácil, cuando nosotros comenzamos era muy incomodo cuando estábamos dormidos y me levantaba a media noche y los veía abrazados los despertaba y reclamaba. Pero superamos todo y estamos muy bien, no peleamos, no hay celos entre nosotros tres, en ocasiones si hay celos hacia afuera, pero tampoco, pues las normas que tenemos son demasiado claras, se discuten y se conversan. Es negociar, es aprender a vivir; no es fácil y no es un modelo.

Yonatan propone un ejercicio bastante interesante para la finalización de esta entrevista, consiste en mencionar unas palabras y Manuel dice las primera que le llegue a la cabeza.

Prevención: Violencia; Enfermedad: SIDA; Locura: Amor; Anormalidad: Revolución; Marica: Yo; Flor: Calma; Universidad: Alma Mater; Arcoíris: Gay; Dignidad: Ser yo: Pene: Accidente; Culo: Por reconocer; Respeto: Reconocer al otro; Periodismo: Profesión; Diferencia: Vida; Libro: Conocimiento.

Fue en este punto, en la finalización de la entrevista, en esa última parte; donde vimos por primera vez, durante toda la entrevista a Manuel José Bermúdez, ese hombre seguro y plenamente confiado de sus respuestas sin la mas mínima muestra de nerviosismo, con la mirada hacia el suelo y dañándole la envoltura a la gaseosa que tenía en la mano mientras respondía en un tono de vos muy bajo sus palabras.

Este es El ciudadano Gay, un hombre con pensamiento político líder de unas minorías y con un amor tan grande que fácilmente es repartido entre sus maridos.

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